REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
Las recientes excavaciones de la tumba de la antigua reina egipcia Meret-Neith han arrojado nueva luz sobre una figura enigmática de la historia de Egipto. Meret-Neith, cuyo nombre significa "amada de la diosa Neith", fue la esposa del rey Djet, el tercer rey de la primera dinastía de gobernantes del antiguo Egipto, y madre de su heredero, el rey Den.

Estela real de la tumba de Meret-Neith, Museo de El Cairo
Sin embargo, la importancia histórica de Meret-Neith ha sido motivo de debate durante décadas, y las últimas excavaciones en su tumba en Abydos -una de las ciudades más ancestrales del Antiguo Egipto- plantean la cuestión de si ella pudo haber sido la primera mujer gobernante de aquella gran civilización. Aunque algunos expertos sugieren que Meret-Neith tuvo un reinado inusualmente influyente, las evidencias aún dividen a los egiptólogos, generando todo un debate fascinante sobre su papel en la historia egipcia.
Meret-Neith, una poderosa mujer en tiempos antiguos
Meret-Neith fue una figura de gran importancia en la corte real durante la Primera Dinastía Egipcia, alrededor del 3.000 a.C. Basándose en fuentes arqueológicas e inscripciones, los eruditos han sugerido que podría haber sido hija de Djer, el tercer faraón de la Primera Dinastía, esposa principal de Wadj, el cuarto faraón de la Primera Dinastía, y madre de Den, otro gobernante de la misma dinastía. No obstante, Meret-Neith no era solo una mujer de linaje real, lo que aseguraba la continuidad del reinado, sino que su influencia iba más allá.
El hallazgo de su tumba desveló en su momento un auténtico monumento que destacaba por su magnificencia. Fue descubierta por el egiptólogo británico Sir Flinders Petrie en 1899-1900. Desde entonces, ha habido un debate constante sobre el significado político de Meret-Neith y si desempeñó un papel en el gobierno de Egipto.
Tinajas de vino y otros misterios de la tumba de Meret-Neith
Las recientes excavaciones alrededor de la tumba de Meret-Neith han revelado una serie de descubrimientos sorprendentes. La tumba de adobe estaba revestida con cientos de tinajas de vino que contenían semillas de uva secas. Lo que hace que este hallazgo sea aún más impresionante es que muchas de las jarras de vino todavía estaban selladas con los tapones intactos, lo que podría permitir a los investigadores analizar el contenido y obtener valiosa información sobre la producción de vino en la antigüedad egipcia.
Pero es que el vino solo era ostentado por nobles y faraones, y siempre acompañaba en vasijas e inscripciones al fallecido en su tránsito hasta el más allá. Lo que sugiere que este descubrimiento dotaría aún más de fuerza a las teorías que encumbran a la citada figura femenida.
La tumba también estaba rodeada por las tumbas de 41 cortesanos y sirvientes. La evidencia arqueológica sugiere que se construyeron durante un largo período de tiempo, lo que hace pensar que fueron enterrados cerca de Meret Neith cuando morían, en lugar de haber sido asesinados para acompañar a la reina en su muerte. Esta revelación arroja luz sobre la importancia de Meret-Neith en la corte real y su influencia en el gobierno central, ya que pudo haber sido la responsable de las entonces oficinas gubernamentales tales como la tesorería.
El enigma de su reinado y título
Uno de los aspectos más debatidos en relación con Meret-Neith es si ella ostentaba el título de "faraona" y, por lo tanto, si gobernó Egipto como tal. Según inscripciones encontradas en su tumba, su nombre se encuentra en una antigua lista de gobernantes bajo el título "rey del rey", seguido de "madre del rey", lo que sugiere que tuvo un papel muy, pero que muy notable. Sin embargo, algunos expertos discrepan en cuanto a la interpretación de estos títulos.
La arqueóloga Christiana Köhler de la Universidad de Viena, que dirigió las excavaciones, considera que estos hallazgos añaden peso a la idea de que Meret-Neith era considerada una auténtica faraona por derecho propio.
Por otro lado, expertos como Margaret Maitland, curadora de colecciones antiguas del Mediterráneo en los Museos Nacionales de Escocia, argumentan que las esposas y las hijas raramente eran consideradas en términos de sucesiones reales en el antiguo Egipto. Sin embargo, Maitland señala que la tumba sugiere que Meret-Neith tenía "un nivel inusualmente alto de autoridad para una mujer real".
Asimismo, Elizabeth Carney, profesora emérita de historia en la Universidad de Clemson, también plantea la sorpresa de que una mujer hubiera sido faraona ya en la primera dinastía.
La evolución del término "faraón"
Incluso si Meret-Neith gobernó Egipto hace 5.000 años, es importante destacar que probablemente no se la habría considerado un "faraón" en el sentido moderno del término. El término "faraón" probablemente solo se utilizó mucho más tarde en la historia egipcia y se refería a los monarcas desde la dinastía XVIII en adelante. El hecho de que Meret-Neith pueda haber sido una gobernante antes de la adopción generalizada de este título plantea la cuestión de cómo debemos clasificar a los gobernantes egipcios de esta época.
Un debate en curso
Las preguntas sobre el estatus y la influencia de la antigua reina Meret-Neith están "en el centro de nuestro proyecto de investigación en curso que se ocupa de la tumba de la reina Meret-Neith en Abydos", según Christiana Köhler.
A medida que las excavaciones continúan y se analizan más detenidamente los hallazgos, es probable que se arroje más luz sobre la enigmática figura de Meret-Neith y su importancia en la historia de Egipto.
Si se confirma que Meret-Neith gobernó Egipto, se convertiría en la primera faraona de la historia, lo que reescribiría la Historia.