REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
El ransomware, una amenaza global en constante crecimiento, ha llevado a España y otros 30 países a unirse en una poderosa coalición. Liderada por Estados Unidos, la Iniciativa Internacional de Lucha contra el Ransomware (CRI, por sus siglas en inglés) tiene un objetivo claro: dejar de pagar rescates a los ciberdelincuentes y desincentivar sus ataques.
En un mundo cada vez más digital, los ataques de ransomware han aumentado un alarmante 153 % en el último año, según datos de NCC Group. Además, los delincuentes han evolucionado sus métodos de extorsión para asegurar un mayor número de víctimas dispuestas a pagar, incluso sin garantía de recuperar sus archivos o evitar la filtración de información sensible.
La Iniciativa Internacional de Lucha contra el Ransomware se estableció allá por 2021, cobrando cada vez más fuerza. Ya se han se han acordado medidas como no permitir que los delincuentes de ransomware encuentren refugio en las fronteras de los países que forman esta alianza.
Sin embargo, el compromiso de este año va un paso más allá. Los gobiernos miembros se han comprometido a no pagar rescates a los atacantes. "Mientras haya dinero fluyendo hacia los delincuentes de ransomware, este es un problema que seguirá aumentando", afirmó Anne Neuberger, asesora adjunta de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
El objetivo principal es cortar el mecanismo de financiación que alimenta a los atacantes, lo que les permite aumentar la cantidad y sofisticación de sus ataques. Para lograr esto, se creará una 'lista negra' compartida de direcciones de pago de rescates en criptomonedas, una iniciativa respaldada por el Departamento del Tesoro estadounidense.
Además, se establecerán dos plataformas de intercambio de información en las que los países miembros podrán aportar datos para identificar cómo reciben los pagos los actores de ransomware. Una de estas plataformas se ubicará en Lituania, y la otra será desarrollada conjuntamente por Israel y los Emiratos Árabes Unidos.
A medida que esta coalición global se fortalece en su lucha contra el ransomware, la pregunta que queda en el aire es si estos esfuerzos serán suficientes para reducir la avalancha de ataques.
Los ciberdelincuentes actuales no solo cifran los datos de las víctimas, sino que también amenazan con filtrarlos en línea si no se paga el rescate. Esta táctica apunta a quienes tienen copias de seguridad, convirtiendo la prevención y la colaboración internacional en elementos cruciales en esta batalla en constante evolución.