REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
1. La Luna tiene forma de limón
A pesar de que desde la Tierra la vemos totalmente redonda, nuestro satélite no tiene ni mucho menos esa forma de esfera perfecta. De hecho, la Luna tiene forma de limón, ya que en sus polos la superficie es más fina que en el ecuador.
Según los expertos, hace 4.400 millones de años la Luna se encontraba mucho más cercana a la Tierra, y en ese momento, las fuerzas gravitacionales de nuestro planeta provocaron un calentamiento desigual en la superficie del satélite, ensanchando su ecuador -debido a un aumento de su núcleo- y afinando los polos.
2. La Vía Láctea huele a ron, frambuesas y alcohol
En 2009, los astrónomos que exploraban una nube gigante de gas y polvo en el centro de la Vía Láctea hicieron un descubrimiento sorprendente: la nube estaba repleta de una sustancia química conocida como formiato de etilo, que tiene un par de propiedades muy singulares: es la responsable de dar su sabor a las frambuesas y tiene cierto olor a ron.
Asimismo, nuestra galaxia también destaca por estar llena de alcohol etílico, o etanol, del tipo que utilizamos para elaborar las bebidas alcohólicas. Y es que la Vía Láctea Contiene suficiente alcohol como para suministrar a cada habitante del planeta con 300.000 pintas de cerveza al día durante los próximos mil millones de años.
3. Podrías sobrevivir un par de minutos con un traje espacial con fugas
El cine tiene mucha culpa de mostrarnos todo lo contrario, como en películas como 'Desafío Total' (1990, dirigida por Paul Verhoeven y protagonizada por Arnold Schwarzenegger) donde se suceden explosiones instantáneas y trajes espaciales que se inflan rápidamente tras una fuga. Sin embargo, los efectos de estar expuesto al espacio exterior son ligeramente menos dramáticos.
Aunque la muerte nos llegase de forma rápida, se podría sobrevivir sin protección un par de minutos. Después de unos 10 segundos, perderías el conocimiento. La menor presión del vacío haría que la sangre hierva, junto con otros fluidos corporales -la humedad de la lengua, por ejemplo-. Pero esta ebullición por sí sola no sería fatal debido a la presión mantenida por nuestros propios vasos sanguíneos.
Se formarían pues burbujas de gas en los fluidos corporales, provocando que el cuerpo no parara de hincharse poco a poco. Igualmente, la baja humedad del espacio haría que te enfriaras rápidamente, congelándote los ojos. A los dos minutos aproximadamente, la falta de oxígeno sería mortal.
Además, el estrés de la situación empeoraría estos síntomas.
4. Una cucharadita de estrella de neutrones pesa lo mismo que la población humana
La densidad de una estrella de neutrones es alucinante. Estas estrellas están compuestas casi en su totalidad por neutrones agrupados en un radio muy diminuto. Sólo una cucharadita de este material pesaría más de un billón de kilogramos, más que el peso de toda la población humana -que alcanza tan 'solo' unos pocos cientos de miles de millones de kilos-.
Para crear algo tan denso como una estrella de neutrones, sería necesario hacinar a toda la humanidad en un espacio tan pequeño como el que ocupa un terrón de azúcar.
5. Los agujeros negros tienen opuestos teóricos conocidos como agujeros blancos
Los agujeros negros son conocidos por sus apetitos voraces; su influencia es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de su gravedad. Pero tienen un opuesto teórico: los agujeros blancos.
Se presuponen que escupen luz y materia en lugar de atraparlas. Aunque hasta ahora son objetos puramente hipotéticos, ya que no se ha descubierto ninguno.
6. El Sol pierde mil millones de kilos por segundo
Las partículas en la atmósfera superior del Sol son tan calientes y enérgicas que son escupidas al espacio por la fuerza del viento solar.
Nuestra estrella arroja alrededor de 1,3 billones de billones de billones de partículas por segundo. Esto equivale aproximadamente a mil millones de kilogramos de materia por segundo, o una Tierra cada 185 millones de años.
7. Venus gira hacia atrás
Venus gira en dirección opuesta al resto de planetas de nuestro Sistema Solar. Claramente, este es un enigma que requiere solución si queremos comprender más sobre la formación y evolución de nuestro Sistema Solar.
¿Podría ser que, en los primeros días del Sistema Solar, Venus fuera golpeado por otro objeto, haciéndolo girar en la dirección opuesta?
La verdad es que no existe una teoría confirmada de por qué Venus gira hacia atrás en relación con los otros planetas. Pero eso no es lo único extraño de la órbita de Venus. El planeta también gira muy lentamente, siendo el día venusiano equivalente a 243 días terrestres.