REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
SpaceX, la empresa de exploración espacial propiedad de Elon Musk, ha respondido enérgicamente a un informe de la FAA que plantea preocupaciones sobre la constelación de satélites Starlink de la compañía y su posible impacto mortal en la seguridad en la Tierra. El informe, entregado a miembros del Congreso estadounidense, destaca preocupaciones significativas que sugieren que para el año 2035 "una persona en el planeta resultará herida o muerta cada dos años debido a la caída de escombros de esos satélites".
El análisis afirma que para ese año concreto los satélites de SpaceX representarán "85 por ciento del riesgo esperado para las personas en tierra y la aviación". Esto representa que la probabilidad de que un avión comercial sea derribado por una colisión con desechos espaciales de Starlink sería de 0,0007 por año para 2035.
SpaceX ha rechazado de manera enérgica tales 'elucubraciones' y ha pedido a la FAA que corrija su informe. En una carta, la compañía calificó estas afirmaciones como "absurdas, injustificadas e inexactas". En dicho documento de la compañía, SpaceX argumenta que el citado reporte se ha basado en un "análisis profundamente erróneo", inspirado en un antiguo estudio de la NASA de hace 23 años sobre satélites desarrollados por un operador diferente (Iridium), lo que hace que las estadísticas sean inaplicables a la propia Starlink.
SpaceX también ha criticado a la NASA, que ayudó a realizar el informe, por no comunicarse con ellos ni incluir sus análisis y datos verificados sobre la eliminación segura en un futuro de los satélites Starlink.
"Para ser claros, los satélites de SpaceX están diseñados y construidos para desaparecer por completo durante el reingreso a la atmósfera al final de su vida útil, y así lo hacen", señala la carta de queja emitida desde SpaceX. La misiva también afirma que 325 satélites Starlink ya han salido de órbita desde febrero de 2020 y no se han encontrado restos.
La Administración Federal de Aviación de los EE. UU., responsable de otorgar licencias para el lanzamiento y reingreso de naves espaciales comerciales, se encuentra actualmente revisando la respuesta de los de Elon Musk. Estamos pues ante un debate que resaltan las crecientes preocupaciones y desafíos en torno a la proliferación de satélites y la gestión de los desechos espaciales en la órbita baja de la Tierra.
El informe de la FAA destaca la necesidad de abordar adecuadamente los riesgos asociados con la creciente cantidad de satélites y desechos en órbita. Este debate subraya la importancia de las discusiones actuales sobre la regulación y la responsabilidad de las empresas que operan en el espacio, particularmente en un momento en que la industria de la exploración espacial continúa creciendo a un ritmo acelerado.