REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
En Argentina, en la zona conocida como el Salar de Arizaro -el tercer salar más grande del mundo-, una vasta, diáfana y árida planicie, se levanta inexplicablemente en medio de la nada una pirámide casi perfecta. Un tesoro natural apenas explorado, conocido como el Cono de Arita. Este coloso que también resalta del entorno que le rodea por su pronunciado color marrón, tiene 200 metros de altura y 800 metros de diámetro, y se alza a más de 3.690 metros sobre el nivel del mar.
El nombre "Cono de Arita" tiene sus raíces en la antigua lengua aymará, hablada por un pueblo aborigen que habitaba la zona. En aymará, "Arita" significa "filoso" o "punzante".
Un volcán que nunca estalló
Este enigma geológico, compuesto por rocas volcánicas y sal, siempre ha desconcertado a viajeros y científicos por igual. Contrariamente a su forma cónica, el Cono de Arita es el resultado de un volcán que nunca llegó a estallar, careciendo de cráter y lava. La fascinación del entorno se revela por la presencia de la sal negra que rodea la región, surgiendo desde las capas subterráneas. Este lugar, abundante en sal, mármol, hierro, litio, cobre y ónix, ejerce un imán sobre mineros y vehículos de carga, quienes aprovechan los extensos recursos disponibles en la zona.
Un centro ceremonial pre-Inca
Más allá de su fascinante formación, el Cono de Arita guarda secretos históricos. Los restos encontrados en la zona sugieren que fue un centro ceremonial anterior al Imperio Inca, donde las antiguas comunidades rendían homenaje a la Pachamama ("Madre Tierra" en quechua), una deidad a la que pedían protección y expresaban su gratitud a la tierra. Para los habitantes locales, este lugar es la una montaña sagrada, un testigo silencioso de sus tradiciones ancestrales.

Con todo ello, el Cono de Arita se erige como una maravilla que desafía la lógica natural y cautiva a quienes se aventuran en su descubrimiento. Más allá de su imponente presencia, este lugar misterioso invita a los viajeros a sumergirse en las raíces de la mística pre-incaica y a explorar los enigmas que la naturaleza y la historia han tejido en sus profundidades.