REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
En un mundo en constante evolución, la tecnología está revolucionando la industria alimentaria de una manera inimaginable. Las impresoras 3D, famosas por su capacidad para crear objetos tridimensionales, han abierto un nuevo mundo de posibilidades en la elaboración de alimentos. Descubre cómo se hace, qué tipo de alimentos se producen y si esta innovación orgánica llegará a nuestros supermercados, todo mientras exploramos los aspectos de la salud y la sostenibilidad.
El arte de la comida 3D, ¿cómo se crea?
Las impresoras 3D alimentarias funcionan de manera similar a las impresoras tradicionales, pero en lugar de tinta, utilizan ingredientes comestibles para crear platos únicos. La comida se crea capa por capa, lo que permite una personalización sin precedentes. Ingredientes como purés de frutas y verduras, pastas y carnes molidas se cargan en cartuchos y se depositan con precisión para formar la comida deseada. Este proceso permite una creatividad culinaria sin igual y abre las puertas a la producción de alimentos orgánicos y sostenibles.
Del campo a la impresora: tipos de alimentos orgánicos 3D
La tecnología de impresión 3D ha llevado la producción de alimentos orgánicos a un nivel completamente nuevo. Desde frutas y verduras hasta sustitutos de carne a base de plantas, la impresión 3D ofrece una variedad de opciones para los amantes de la comida consciente. Los alimentos orgánicos impresos en 3D pueden incluir opciones sin gluten, vegetarianas y veganas, lo que permite satisfacer las necesidades de una amplia gama de consumidores preocupados por su salud y el medio ambiente.
Si bien actualmente la disponibilidad de alimentos orgánicos impresos en 3D puede ser limitada, el potencial es innegable. La producción de alimentos a través de esta tecnología aún se encuentra en una fase relativamente temprana, pero se espera que crezca a medida que la demanda de alimentos orgánicos y sostenibles continúe aumentando.
Sostenibilidad y salud: un enfoque complementario
La producción de alimentos orgánicos con impresoras 3D no solo es una revolución culinaria, sino también una oportunidad para abordar cuestiones de sostenibilidad. Esta tecnología puede reducir el desperdicio de alimentos al proporcionar una forma más eficiente de producir y distribuir alimentos frescos y personalizados.
En cuanto a la salud, la impresión 3D de alimentos orgánicos ofrece una mayor transparencia en la cadena de suministro, lo que permite a los consumidores rastrear el origen y la calidad de los ingredientes utilizados. Si bien la comida 3D puede ser saludable, es importante considerar la calidad de los ingredientes y el equilibrio nutricional de los platos creados.
¿Llegará a nuestros supermercados?
Pues sí. Tanto es así que ya lo ha hecho. Un buen ejemplo de ello es el salmón vegano impreso en 3D. La empresa austríaca Revo Foods ha logrado un hito al ser la primera en producir alimentos impresos en 3D a gran escala. Su creación, The Filet, se ha convertido en la primera comida impresa en 3D que se encuentra disponible en los supermercados desde hace poco. A pesar de su aspecto, textura y sabor de salmón, The Filet está elaborado completamente con ingredientes vegetales, marcando un cambio revolucionario en la industria de la alimentación.
The Filet está fabricado con micoproteínas derivadas de hongos y setas, lo que proporciona un perfil completo de aminoácidos. Además, contiene aceite de algas, una fuente de Omega-3 y vitaminas esenciales como A, B2, B3, B6, B12 y D2. Este salmón vegano no solo ofrece una opción saludable y sabrosa, sino que también es sostenible. Y es que comparado con la pesca tradicional, la producción de The Filet requiere un 95 % menos de agua y genera entre un 77 y un 86 % menos de CO2. La tecnología desarrollada por Revo Foods permite la impresión en 3D a escala industrial, integrando vetas de grasa en una matriz de proteínas para simular la textura del pescado o carne.
Con todo ello, decir que de momento no creemos que los alimentos impresos en 3D sustituyan a los tradicionales en un corto-medio plazo, pero sí que van a formar parte de nuestra dieta en un futuro cercano. Esta peculiar forma de obtener alimentos está destinada a desempeñar un papel importante en la creación de platos saludables y sostenibles, transformando la forma en que percibimos la comida orgánica y su accesibilidad.